
“No pude evitar hacerle el amor a las luces de esta ciudad’’….
Así era el comienzo de una canción poco conocida, pero intrigante a la vez, la cual provocó que observara con mayor atención a los habitantes, convivientes, amantes de esta, mi ciudad. Podría definirla como monocromática, gris, aun en verano sus calles suelen tener ese olor a contaminantes embarcándose en mis pulmones, a ruidos turbulentos en las calles, redes atrayentes hacia algún comercio y sobre todo, lo mas significativo, esos momentos del día a día en donde el show de la vida son realizados magistralmente por sus interpretes. La relación mas estrecha que he tenido junto a ella, me parece haber sido hace ya 3 años, cuando podía recorrer el centro de su cuerpo, por la infinidad de jirones que se abrían ante mi, realice sucesivas inspecciones en sus tiendas siempre dispuestas, y era de siempre suceder, que me esperaba en las noches con algún hecho excitante, o un enardecido mimo.
Podría decir, como suelo escuchar comúnmente (mal dicho), que ahora he caminado entre la parte mas acogedora?, bien cuidada?, no maltrecha?, segura y limpia?, de esta mi ciudad. Bueno…resaltare, con lápiz de poca punta, que si bien hay una magistral diferencia entre estos opuestos, hay una sola cosa que me impide no querer ir en retroceso e internarme en la jungla de invasores, entre la maleza poco educada, pero a la vez de variada sabiduría y descomponedora de caras amargadas y desechas, su sobrecogedora alma. Si...es por eso que prefiero dejar durmiendo a la otra parte quieta, y ver corriendo a los locos calatos sin prejuicios, todos al desnudo, prefiriéndote cientos de veces mi chica de muchos.
Así era el comienzo de una canción poco conocida, pero intrigante a la vez, la cual provocó que observara con mayor atención a los habitantes, convivientes, amantes de esta, mi ciudad. Podría definirla como monocromática, gris, aun en verano sus calles suelen tener ese olor a contaminantes embarcándose en mis pulmones, a ruidos turbulentos en las calles, redes atrayentes hacia algún comercio y sobre todo, lo mas significativo, esos momentos del día a día en donde el show de la vida son realizados magistralmente por sus interpretes. La relación mas estrecha que he tenido junto a ella, me parece haber sido hace ya 3 años, cuando podía recorrer el centro de su cuerpo, por la infinidad de jirones que se abrían ante mi, realice sucesivas inspecciones en sus tiendas siempre dispuestas, y era de siempre suceder, que me esperaba en las noches con algún hecho excitante, o un enardecido mimo.
Podría decir, como suelo escuchar comúnmente (mal dicho), que ahora he caminado entre la parte mas acogedora?, bien cuidada?, no maltrecha?, segura y limpia?, de esta mi ciudad. Bueno…resaltare, con lápiz de poca punta, que si bien hay una magistral diferencia entre estos opuestos, hay una sola cosa que me impide no querer ir en retroceso e internarme en la jungla de invasores, entre la maleza poco educada, pero a la vez de variada sabiduría y descomponedora de caras amargadas y desechas, su sobrecogedora alma. Si...es por eso que prefiero dejar durmiendo a la otra parte quieta, y ver corriendo a los locos calatos sin prejuicios, todos al desnudo, prefiriéndote cientos de veces mi chica de muchos.